La Comunidad Educativa formada por los diferentes Estamentos se compromete a crear un ambiente propicio donde el educando pueda encontrar el espacio que favorezca su crecimiento y formación como persona.
Perfil del Alumno (a):
Consciente de que la razón de ser de la Escuela son los alumnos (as), la acción educativa de ella aspira a formarlos con los siguientes rasgos:
- Que en las diferentes etapas de su crecimiento asuma la responsabilidad de ser el principal agente de su formación y preparación para el futuro.
- Veraces, responsables y leales.
- Con una sólida formación en valores cristianos, morales y humanos.
- Solidarios (as) y auténticos (as).
- Capaces de enfrentar los problemas con actitud positiva.
- Que sean sinceros (as), honestos (as) y esforzados (as).
- Con capacidad de diálogo consigo mismo (a), con Dios y con los otros (as).
- Con capacidad de autocrítica y espíritu de superación.
- Con capacidad de reflexión y profundización.
- Con permanente actitud de acercamiento a la Palabra de Dios.
- Con capacidad para asumir tanto sus deberes como sus derechos.
- Capaces de mantener un trato respetuoso hacia las personas en todo sentido.
- Con gran amor, respeto y dedicación a la familia como su primera Escuela Educativa.
- Respetuoso (a) de la Patria y los valores y símbolos que la representan.
Perfil del Profesor (a):
Un profesor (a) cristiano (a) comprometido (a) es fundamental para el logro de los objetivos planteados. Alcanzar estos anhelos, sólo es posible siendo capaces de vivenciar como educadores (as) los siguientes rasgos:
- Con real vocación de formadores (as).
- Fraterno (a), solidario (a), auténtico (a), justo (a) y coherente.
- Agente evangelizador en la Comunidad Educativa y fuera de ella.
- Con fuerte sentido de responsabilidad y compromiso.
- En constante búsqueda de nuevas estrategias educativas actualizadas.
- Optimista, dinámico (a), alegre e integrado (a).
- Capaz de dar testimonio de la fe que profesa en forma valiente y decidida.
- Veraz, honesto (a) y leal consigo mismo (a) y con los otros (as).
- Acogedor (a) y abierto (a); creativo (a) y participativo (a).
- Respetuoso (a) de la individualidad y capacidades personales de sus alumnos (as).
- Guía, orientador (a) y consejero (a) objetivo (a).
- Con interés constante por perfeccionarse, actualizarse y autoformarse.
- Con capacidad para lograr el equilibrio entre el cariño y la exigencia con sus alumnos (as).
- Con espíritu motivador, colaborador y conciliador.
- Con capacidad de adaptación y superación.
- Con disponibilidad y generosa actitud de servicio.
- Con firmes conocimientos, destrezas y habilidades pedagógicas que respalden su labor en el aula.
Perfil del Apoderado:
Familia y escuela forman un todo, se complementan y apoyan mutuamente, por ello los padres y apoderados que forman parte de nuestra Comunidad Educativa, deben cultivar valores y actitudes que los caractericen así:
- Comprometidos con la vida de su hijo (a) y todo lo que de este compromiso se deriva.
- Responsables de su rol de apoderado (a) en estrecha colaboración con la acción de la Unidad Educativa.
- Con una sólida formación de valores, capaces de dar testimonio de su compromiso bautismal, de su fe y practica religiosa.
- Participativos (as), solidarios (as) y colaboradores (as).
- Con permanente actitud e interés por el quehacer escolar de su hijo (a) tanto en lo pedagógico como en lo afectivo.
- Abiertos (as) al diálogo y a la búsqueda de solución de problemas en forma constructiva y conciliadora.
- Capaces de evidenciar coherencia entre los valores cristianos y su vida diaria.
- Comprometidos (as) con la labor educativa y pastoral de la escuela.
- Respetuosos (as) de las líneas y orientaciones impartidas por la Unidad Educativa.
Perfil del Personal Paradocente, Administrativo y de Servicio:
En estrecha y constante relación, el personal de servicio es un estamento activo en el quehacer del Establecimiento, por ello es importante recordar las características que más lo identifiquen:
- Comprometido (a) con el quehacer del establecimiento en lo que a su rol se refiere.
- Con capacidad de vivenciar los valores cristianos.
- Con un marcado espíritu de servicio.
- Colaboradores (as) en la labor formativa de los docentes, sintiéndose participes de la labor educativa en general.
- Ética profesional, acorde con la labor que desempeñan.
- Respeto, verdad y lealtad que los (as) haga acreedores (as) a la confianza propia de su rol.